ABRIRSE PASO HACIA ARRIBA
En STIHL Tirol, lo que más me gusta es la variedad de tareas que conlleva mi trabajo y el ambiente positivo que se respira al trabajar con tanta gente diferente. También me gusta trabajar con los diferentes productos. En STIHL Tirol ya he trabajado en varias áreas: en primer lugar, he probado casi todas las estaciones posibles en la cinta de montaje para máquinas eléctricas portátiles (HEG), desde cortacéspedes de gasolina hasta máquinas de batería. Empecé como trabajadora de producción y, hace siete años, fui ascendida a capataz. Una cosa queda clara en estas numerosas estaciones:
creo que una mujer tiene más dificultades como directiva porque siempre tiene que demostrar que puede hacer el trabajo igual de bien que un hombre. Al principio tuve que demostrar que soy una directiva más y que estoy preparada para una tarea como esta y que, además de dirigir a los empleados, también puedo dirigir la línea de montaje. Como se puede ver, lo he logrado y estoy muy satisfecha con mi trabajo en la actualidad.
TURNO CON RUTINA
Empezar un turno así en mi puesto actual es ya una rutina para mí: llego al trabajo y lo primero que hago es encender mi cinta. Luego comprobamos si están todos mis empleados o si alguno está de baja por enfermedad. En función de esto, asigno a cada uno a los diferentes puestos y los registro. Compruebo mis correos electrónicos para ver si algo se interpone en el camino de una producción sin problemas. Entonces podremos ponernos en marcha y comenzar la producción. En este caso, es especialmente importante comprobar si el material cumple con los requisitos del pedido y si la calidad es correcta.
ABORDARLOSPROBLEMAS
Lo que siempre me ha ayudado en mi trayectoria profesional es: sonreír y ser amable, especialmente cuando se habla de problemas. A algunos hombres no les gusta que una mujer les diga algo como superior jerárquico, lo he experimentado en primera persona. Pero también pude resolverlo con una conversación en la que no se perdió la amabilidad. Al final, todo se aclaró y me aceptaron como líder, así que siempre ha funcionado, pero también requiere cierta empatía. Por lo tanto, nunca hay que dejarse abatir y siempre hay que levantarse y dar la cara: ese es mi consejo para todas las mujeres y para todos los que trabajan en STIHL. Porque el trabajo no funcionaría de otra manera que en equipos mixtos.